sábado, 29 de septiembre de 2012

La crisis de la juventud


La música representa en las letras el pensamiento de los jóvenes, expresan sus ideas, ideales y críticas, al ritmo de los diferentes géneros que los identifican. Pero ¿qué estilo representa mejor las experiencias? ¿rock, cumbia, reggae, hip hop, pop?

Los vemos en el colectivo, en los recreos en la escuela, en la casa,   nuestros jóvenes están “conectados” a los auriculares de sus mp3, sus  lphone, sus net books... la música se expande en decibeles que sólo ellos pueden tolerar.
Se saben las letras de memoria y  las cantan “con toda la furia” en los recitales o en las reuniones donde alguna banda del barrio recrea canciones en los covers que ejecutan para que desde el coro de oyentes se produzca la catarsis, el desahogo de eso que quieren manifestar.
Todo esto hace que en la actualidad los jóvenes formen  diferentes tribus y se comuniquen con códigos propios. Asimismo, expresan una manera de actuar que los identifica como grupo y la música es el canal inmediato del que se apropian para decir. ¿Decir qué? Que están contentos, enamorados, disconformes, enojados, revelados.
¿Y qué pasa con los adultos?, inevitablemente algunos nos los toleran, otros, en cambio, los entienden.
Aunque a ellos, más le importa que los escuchen.
A través de las letras de las canciones, nos muestran por ejemplo que “violencia es mentir”, tal como le dijo una adolescente cuando le preguntaron en una radio qué opinaba sobre los actos de violencia ocurridos durante el recital de los Redonditos de Ricota, en Vélez, cuando a la salida del show un grupo de fanáticos de “los redo” se enfrentó con un grupo de “cumbieros” que pasaba por allí.
¿Que lleva a estos grupos a enfrentarse? ¿Qué experiencias relatan? ¿Por qué un ritmo sí y otro no?
Todo está relacionado con la defensa de su identidad: forma de vestirse, forma de hablar, sectores sociales... Y el enfrentamiento va más allá de la salida de un recital, sobrepasa los límites de lo físico para llenar el espacio virtual de las redes sociales con provocaciones de toda índole.
Los cumbieros creen representar un sector social marginal que se opone a los denominados “chetos”, sus letras reflejan el ámbito marginal en el que se mueven y la injusticia que los atraviesa (delito, drogas etc.) Por otro lado, están quienes opinan que estos sectores son extremada machistas y con sus apología del delito legitiman el accionar represivo.
El rock comparte con los cumbieros la representación marginal y la denuncia, pero suponen ellos, con una mayor calidad musical y lírica, no se aferra a los postulados violentos ni discriminatorios. El mundo del rock tiene una tradición que se retroalimeta y crece según pasa el tiempo y de manera global.A diferencia de la cumbia el rock es mas rico en su lenguaje evita lo explícito y se acerca a la poesía. Mientras que la cumbia comparte con el reggeaton la inclusión de expresiones que aluden a la sexualidad de forma explícita y en particular tomando a la mujer como “el elemento” a quien se dirige el discurso dominante y denigrante.
Como afirma el sociólogo Jaime Solis “estos grupos representan rasgos diversos y antagónicos de una sociedad en crisis”.
En definitiva, parecería que los jóvenes al elegir un grupo, son a la vez una fuerza de choque, donde en el terreno social necesitan encontrar un enemigo en quien descargar sus frustraciones.